La Real Casa de la Moneda planea extraer oro de los residuos electrónicos

La Real Casa de la Moneda de Gran Bretaña dijo que planea construir una planta en Gales para reciclar cientos de kilogramos de oro y otros metales preciosos procedentes de residuos electrónicos como teléfonos móviles y ordenadores portátiles.

Tanto el oro como la plata son altamente conductores, y se encuentran pequeñas cantidades incrustadas en circuitos impresos y otros dispositivos, junto con otros metales preciosos. La mayoría de estos materiales nunca se reciclan, y los aparatos electrónicos desechados suelen acabar en vertederos o incinerados.

La Casa de la Moneda, que tiene más de 1.100 años de antigüedad, dijo que se ha asociado con una empresa emergente canadiense llamada Excir para desarrollar soluciones químicas para extraer metales de las placas de circuitos.

Sean Millard, gerente de la Casa de la Moneda, afirma que el programa está diseñado para extraer selectivamente metales preciosos de alta pureza. La Casa de la Moneda está implementando el programa a pequeña escala mientras diseña una fábrica. Se espera que, al eliminar cientos de toneladas de residuos electrónicos cada año, se puedan generar cientos de kilogramos de metales preciosos. También afirmó que la planta debería estar operativa en los próximos años.

Acerca del oro en el Reino Unido

Según el Financial Times, los últimos datos de Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea, muestran que las exportaciones británicas de oro a Suiza, un destino clave para la industria de refinación de oro, aumentaron a 798 toneladas en el primer semestre de este año, frente a las 83 toneladas del mismo período del año anterior. Este valor de exportación, de 29 000 millones de euros, equivale a casi el 30 % de la producción anual mundial de oro.

Las exportaciones británicas de oro casi se han multiplicado por diez, y los analistas sugieren que el metal se está trasladando de las bóvedas de Londres a las refinerías de Suiza y, finalmente, a los consumidores asiáticos, ante la caída de los precios. Con los precios del oro aún a la baja, la magnitud de las exportaciones británicas en el primer semestre de este año podría significar que los inversores occidentales están perdiendo el entusiasmo por el oro y que la propiedad está cambiando a gran escala.

Londres es uno de los centros del mercado mundial del oro. Los banqueros estiman que las bóvedas de la City, incluyendo la del Banco de Inglaterra, albergan unas 10.000 toneladas de oro, gran parte en manos de inversores y bancos centrales. El análisis del banco australiano Macquarie considera que, dado que el Reino Unido carece de recursos auríferos, los fondos ETF de oro (un activo basado en el oro que rastrea la volatilidad del precio al contado del oro en derivados financieros) son la principal fuente de su oro. La mayor parte de las exportaciones de oro de Gran Bretaña en el primer semestre de este año provino de este. Según datos publicados previamente por el Consejo Mundial del Oro, en el segundo trimestre de 2012 los ETF de oro acumularon salidas de 402,2 toneladas de oro; sin duda, las ventas del Reino Unido representaron su principal componente.

Desde principios de este año, los inversores del mercado han vendido oro a gran escala, lo que ha provocado una fuerte caída en su precio. Si bien la reciente ola de ventas de inversores ha comenzado a desacelerarse, alcanzando el oro un máximo de dos meses el lunes, los precios aún rondan mínimos de tres años. En el contexto de la caída de los precios del oro, los inversores británicos comenzaron a vender oro por razones como la preservación del valor. Al mismo tiempo, la caída de los precios internacionales del oro también ha estimulado el crecimiento de la demanda mundial de oro, especialmente en los mercados emergentes de Asia. En el primer semestre de este año, la demanda de oro de China aumentó un 54% con respecto al año anterior, según la Asociación de Oro de China. La Asociación del Mercado de Lingotes de Londres indicó que el volumen de comercio de oro en el mercado de Londres en junio fue de 900 toneladas, con un valor de 39 mil millones de dólares, un récord de 12 años, y la demanda física de oro de Asia, especialmente de China e India, fue particularmente fuerte, lo que también estimuló a los inversores occidentales como el Reino Unido a vender oro.

A medida que el oro se trasladaba de Occidente a Asia, el negocio para comerciantes y fundiciones despegó. En la primera mitad del año, fundiciones suizas como Mattel tuvieron un negocio próspero, fundiendo grandes lingotes de 400 onzas de las bóvedas de Londres y transformándolos en productos más pequeños, preferidos por los compradores asiáticos. Un comerciante de oro de alto nivel comentó: «Los suizos trabajan tres o cuatro turnos al día para mantener las fundiciones funcionando sin interrupción».